jueves, 11 de septiembre de 2008

Un viaje por la bobeda celeste Maya

Es el estudio de los astros realizado por los mayas. Su observación de los cuerpos celestes fue la base de la astronomía actual.
Los mayas eran un pueblo indígena que habitaba en los estados actuales de Yucatán, Campeche, Tabasco, Chiapas, Belice y Guatemala
Calendario solar

El calendario salar maya era más preciso que el que hoy utilizamos. La ciudad está orientada con el movimiento de los astros, pero sobre todo al sol. La cronología se regía por el sol. El año comenzaba cuando el sol cruzaba por el cenit el 16 de julio y tenìa 365 dìas; de los cuales 364 estaban agrupados en 28 semanas de 13 dìas, 360 dàs de agrupaban en 18 meses de 20 dìas cada uno. Las semanas y los meses transcurìan de forma secuencial.
El principal interes de los astronomos mayas, era el estudio del movimiento del sol sobre sus latitudes.
La mayorìa de las cidades estaban localizadas al sur del solsticio, lo que permitia que pudieran ver el sol por mas tiempo. Los mayas tenían un dios que representaba dicha posición del sol, llamado el dios del salto.
Venus era el objeto de mayor interpès Y llegsron a pensar que ra mas importante que el sol. Lo miraban con mucho detenimiento y se dieron cuenta de que en 584 dìas en cincidir la Tiera y Venus en la misma posiciòn respecto al sol. Durante ocho dìas no podìan ver a Venus, en este periodo. Algunas guerras se midieron con los puntos inmoviles de Venus y de Jùpiter.
Los Mayas tenían un componente lunar en sus inscripciones del calendario. Después de obtener la información sobre las fechas de los calendarios mayas, las inscripciones típicas mayas contienen un cómputo lunar. La cuenta lunar se basaba en 29 o 30 días. El período sinódico lunar consta de aproximadamente 29,5 días, así que alternando su cuenta entre estos dos números la luna también fue introducida cuidadosamente en la secuencia del calendario. El conocimiento lunar también era importante para ellos porque permitía hacer predicciones de eclipses: un almanaque para predecirlos está contenido en el Códice de Dresde.
Los Mayas retrataron la eclíptica en sus ilustraciones como una serpiente de dos direcciones. La eclíptica es la trayectoria del Sol en el cielo marcada por un grupo de constelaciones fijas de estrellas. Aquí la Luna y los planetas pueden verse porque están limitados, como la Tierra, por el Sol. Las constelaciones en la eclíptica también se llaman constelaciones del
zodiaco. No se sabe exactamente cuáles fueron las constelaciones fijas en la eclíptica vista por los mayas, pero hay una cierta idea del orden en algunas partes del cielo. Se sabe que había un escorpión, que comparamos con nuestra propia constelación de Escorpio, pero con la diferencia de que sus pinzas coincidían con la actual constelación de Libra. También se ha encontrado que Géminis aparecía en la cultura maya como un cerdo o un pecarí, (un animal de la familia del cerdo). Otras constelaciones en la eclíptica eran identificadas como un jaguar, una serpiente, un palo, una tortuga o un monstruo del xoc, es decir, un tiburón o monstruo del mar. Las Pléyades eran vistas como la cola de una serpiente de cascabel que se llamaba "Tz'ab."
La Vía Láctea (nuestra galaxia) era venerada por los mayas. La llamaron el Árbol del Mundo y era representada mediante un árbol en flor alto y majestuoso, el Ceiba. La figura blanquecina también fue llamada el Wakah Chan. Wak significa "erguido". Chan o K'an significa "cuatro", "serpiente" o "cielo". El Árbol del Mundo se encuentra en el cenit cuando Sagitario está por encima del horizonte. En este tiempo la Vía Láctea sale por encima del horizonte y cruza el meridiano. Las nubes de estrellas que forman el llamado actualmente “Camino de Santiago” fueron vistas como el árbol de la vida de donde proviene toda la vida. Cerca de Sagitario, el centro de nuestra galaxia, donde el árbol del mundo cruza la eclíptica, era de especial atención para los Mayas. Un elemento importante del árbol del mundo es el monstruo Kawak, de cabeza gigante. Este monstruo era también una montaña o un monstruo del witz. Un tazón de la fuente del sacrificio en su cabeza contiene una lámina del pedernal y el jeroglífico de Kimi que representa la muerte. La eclíptica se representa a veces como una barra que cruza el eje principal del árbol del mundo, representado una forma muy similar a la cruz cristiana. Encima del árbol del mundo encontramos un pájaro llamado Itzam Ye, el pájaro más importante. Hay evidencias que demuestran que el Sol se aparecía en el árbol del mundo en el solsticio de invierno.
Cuando en los meses de invierno la Vía Láctea dominaba el cielo, fue llamada "serpiente blanca deshuesada". Esta parte de la Vía Láctea había pasado por encima en el cielo nocturno durante la estación seca. No es brillante como las nubes de estrellas que dominan el norte del cielo del ecuador durante los meses de verano, pero los observadores en zonas oscuras podrán ver el resplandor fácilmente. Aquí la eclíptica cruza dicha Vía Láctea otra vez, cerca de la constelación de Géminis que era la localización aproximada del Sol durante solsticio del verano. Es posible que las quijadas de la serpiente Blanco-Deshuesada fueran representadas por la cabeza del monstruo de Kawak.
Los reyes Mayas midieron el tiempo de sus rituales de accesión en consonancia con las estrellas y la Vía Láctea. Celebraron reuniones del k'atun aproximadamente cada veinte años. Al final del período del k'atun, una de las reglas de los mayas era levantar una figura, llamado árbol de piedra, para conmemorar el acontecimiento. En la figura de piedra se representaban la hora de estas ceremonias e iban vestidas con los trajes que contenían los símbolos asociados al árbol del mundo. En sus sombreros llevaban el pájaro principal, Itzam Ye, y en sus brazos sostenían una barra ceremonial que representaba a la serpiente de dos direcciones de la eclíptica. Usando los elementos del traje del árbol del mundo la regla de los mayas estaba ligada al cielo, a los dioses y a ese ingrediente esencial, la vida. Además, se ha encontrado que cuando la reunión del k'atun coincidía con ciertas posiciones planetarias, los mayas iban a la guerra para obtener prisioneros. La cosmología maya era una filosofía viva y religiosa que impregnó sus vidas a un modo que puede parecer excesivo para la gente moderna. Ellos eran observadores astutos, sensibles a la naturaleza cíclica del sol, de la luna y de los planetas.
La Astronomía Maya
En América durante la época precolombina se desarrolló un estudio astronómico bastante extenso. Algunas observaciones Mayas son bien conocidas, como el eclipse lunar del 15 de Febrero de 3379 a.C. Tenían su propio calendario solar y conocían la periodicidad de los eclipses. Inscribieron en monumentos de piedra fórmulas para predecir eclipses solares y la salida heliaca de Venus.Si los distintos pueblos del Méjico antiguo llegaron hasta la fase jeroglífica, los mayas lograron la fase silábico-alfabética en su escritura. La numeración iniciada por los olmecas con base vigesimal, la perfeccionan los mayas, en los siglos III y IV a. C.Los mayas conocieron desde el tercer milenio a. C. como mínimo un desarrollo astronómico muy polifacético. Muchas de sus observaciones han llegado hasta nuestros días (por ejemplo un eclipse lunar del 15 de febrero de 3379 a. C.) y se conocían con gran exactitud las revoluciones sinódicas de los planetas, la periodicidad de los eclipses etc. El calendario comienza en una fecha cero que posiblemente sea el 8 de junio de 8498 a. C. en nuestro cómputo del tiempo, aunque no es del todo seguro. Los mayas tenían además un año de 365 días (con 18 meses de 20 días y un mes intercalado de 5 días).Los estudios sobre los astros que realizaron los mayas siguen sorprendiendo a los científicos. Su obsesión por el movimiento de los cuerpos celestes se basaba en la concepción cíclica de la historia, y la astronomía fue la herramienta que utilizaron para conocer la influencia de los astros sobre el mundo.El calendario solar maya era más preciso que el que hoy utilizamos. Todas las ciudades del periodo clásico están orientadas respecto al movimiento de la bóveda celeste. Muchos edificios fueron construidos con el propósito de escenificar fenómenos celestes en la Tierra, como El Castillo de Chichén Itzá, donde se observa el descenso de Kukulkán, serpiente formada por las sombras que se crean en los vértices del edificio durante los solsticios. Las cuatro escaleras del edificio suman 365 peldaños, los días del año. En el Códice Dresde y en numerosas estelas se encuentran los cálculos de los ciclos lunar, solar, venusiano y las tablas de periodicidad de los eclipses.
Astronomía maya
La astronomía maya forma parte de una tradición más amplia
[1] compartida por las demás sociedades de esa área cultural, aunque posee ciertas características que la hacen única en Mesoamérica. Una de ellas, la más representativa, es el empleo del calendario de Cuenta Larga, por el que los mayas del Período Clásico pudieron hacer cálculos sobre millones de años.
Los Mayas, Hicieron cálculos exactos, de los períodos sinódicos de
Mercurio, Venus, Marte Júpiter y Saturno. Calcularon con exactitud, los períodos de la Luna y El Sol y de estrellas como Las Pléyades, a las que llamaban Tzab-ek, y de las cuales creían que eran originarios. El Tzol'kin de 260 días, esta basado en el ciclo de 26,000 años de este grupo.
La Vía Láctea era parte central de su Cosmología y la llamaban Wakah Chan, y la relacionaban con
Xibalbá, incluso los Kiche' de Guatemala aún la llaman Xibalbá be o camino a el inframundo. Tenían un Zodiaco, basado en la Eclíptica, que es el paso del Sol a través de las constelaciones fijas. Este se encuentra en la Estela 10 de Tikal y la 1 de Xultún, ambos sitios en el Petén, Guatemala y también en el Códice Grolier
Los conocimientos astronómicos mayas eran propios de la clase sacerdotal pero el pueblo todo los respetaba y conducía su vida de acuerdo a sus predicciones.
Los sacerdotes conocían los movimientos de los cuerpos celestes y eran capaces de predecir los eclipses y el curso del planeta Venus. Esto les daba un especial poder sobre el pueblo que los consideraba así íntimamente ligados a las deidades.
A Venus la llamaban los mayas Ah-Chicum-Ek', la gran estrella de la mañana, y Xux ek, la estrella avispa. Estrella se dice en maya "ek" y es también el apellido de muchas personas de la región maya.
De los
Códices mayas conocidos el de Dresde es esencialmente un tratado de astronomía.
Astronomía Maya
Glifo de Cielo (CHA’AN)
Astrónomo
Los Mayas son muy conocidos por su exacto
Calendario y su Astronomía. Los cuatro códices que se conservan (Códices de Dresden, Madrid, Paris, y Grolier), incluyen una efemérides que describe las salidas y puestas helíacas ( Se dice de los astros que salen o se ponen como máximo1 hora antes o después del Sol) , así como el ciclo sinódico del planeta Venus, y una tabla de eclipses solares y lunares. Los complejos astronómicos de las ciudades Mayas del Clásico importantes, son conocidos como "Grupo E", por el grupo E de Uaxactún, en El Petén, Guatemala, que fue el primero en ser descubierto. Formado por las estructuras E-1, E-2 y E-3 alineadas de norte a sur, las que se encuentran frente a la Pirámide E-VII-B, que tiene mascarones de estuco en sus cuatro lados, y una Estela frente a la escalinata este de la pirámide, marca el punto de observación, ya que desde el centro de la Pirámide se pueden identificar los solsticios de invierno y verano, y los equinoccios de primavera y otoño en los cuáles las horas de luz y noche son las mismas. en las estructuras del frente.
Como los Mayas estaban muy preocupados por la astrología, incorporaron sus datos astronómicos y calendáricos con una intrincada disciplina matemática. En ningún documento se evidencia esto mejor que en las ingeniosas tablas de eclipses de Venus en el código de Dresden. Un objetivo matemático se expresa en la determinación del mínimo común múltiplo es sus cálculos de los ciclos calendáricos
Pagina de Venus del Códice de Dresden.
Los Mayas también incorporaron la
Cuenta larga y números de 'Distancia' en sus códices e inscripciones, usando técnicas variadas los mayas desarrollaron fórmulas matemáticas en las cuales los ciclos calendáricos y astronómicos se pueden interconectar como partes de un gran orden celestial. Más de un siglo de estudios nos permiten entender la naturaleza del pensamiento de los antiguos Mayas acerca de éste Gran Orden Celestial.
El
alineamiento Arquitectónico de los grupos de edificios nos dan mas pruebas de sus conocimientos en astronomía. A diferencia de la astronomía occidental, los astrónomos Mayas parecen haber descubierto relaciones importantes y medibles entre los ciclos celestiales, periodicidades astronómicas y ciclos no astronómicos. Uno de los muchos problemas identificados por los Mayas, es el de los movimientos de los 5 planetas visibles a simple vista. Solo los períodos sinódicos (Tiempo que media entre dos conjunciones consecutivas de la Tierra con un mismo Planeta), de Júpiter (399 días) y Saturno (378 días) no coincidían exactamente en sus calendarios, pero ahora se puede demostrar que el enigmático calendario de 819 días, desarrollado y usado por los Mayas, durante el Clásico tardío, es el producto final de un desarrollo muy largo para resolver éste problema específico. Los Mayas, por necesidad, incorporaron los períodos sinódicos de Júpiter y Saturno, en un método paralelo que a su vez coincide con los ya existentes. Como se aprecia en las inscripciones de la Estela K de Quiriguá en el 815 DC, y una de Tikal. La cuenta de 819 días, también la encontramos en el códice de Dresden. El ciclo de 819 días relaciona a Júpiter y Saturno, es directamente paralelo a la relación del ciclo de 949 días, del Haab y Venus.
Venus: (Glifo de Lamat, Venus), era el objeto astronómico de más interés ya que los Mayas lo conocieron mejor que cualquier otra cultura del Mundo. En la Cosmología Maya, Venus es el compañero del Sol, esto sin duda refleja el hecho de que Venus siempre se encuentra cercano al Sol, saliendo como la estrella de la mañana (Ah-Chicum-Ek') o como la estrella de la tarde (Lamat). Los Mayas pensaban que era más importante que el Sol, seguían sus movimientos cuidadosamente a través de las estaciones, le toma 584 días a Venus y a la Tierra para llegar a sus posiciones con respecto al Sol, y toma 2922 días para que la Tierra, Venus, El Sol, y las estrellas para coincidir nuevamente. Los Mayas hacían anotaciones diurnas de Venus, que tenía un efecto psicológico entre los Mayas, ya que se ha comprobado que los Mayas basaban sus guerras de acuerdo a los movimientos de Venus y Júpiter, como lo describen las escalinatas de
Dos Pilas, en la famosa Guerra de las Galaxias entre Tikal,y Naranjo y sus aliados. Los sacrificios Humanos, se llevaban a cabo al aparecer Venus después de la Conjunción Superior cuando Venus esta en su menor magnitud, pero le temían mas a la primera salida Heliaca después de la Conjunción Inferior. En el Código de Dresden, los Mayas tienen un almanaque con el ciclo completo de Venus. Los ciclos de Venus eran el período sinódico del año de Venus de 584 días, un ciclo intermedio de 2,920 días (el mínimo común múltiplo del año terrestre (T'zolkin) y el año de Venus), equivalente a 8 T'zolkin y 5 de Venus), y un a "gran ciclo" de 37960 días (el mínimo común múltiplo del T'zolkin, y el año de Venus, equivalente a 104 años o 2 ruedas calendáricas. En la tumba 19 de Río Azul, encontramos el glifo de Lamat o Venus bellamente pintado.
El Sol: (Yax Balam) Los Mayas evidentemente pensaban mucho en el Sol, y observaron su paso a través de la eclíptica. y durante todo el año en su paso por el horizonte. En
Uaxactún, el "Grupo E", nos muestra precisamente los equinoccios de Primavera y Otoño, así como los solsticios de Invierno y Verano. Lo que nos prueba que los Mayas notaron , no solo los extremos del Sol en los Solsticios, sino también los Equinoccios. Además del pasaje Zenial, mencionado anteriormente, las observaciones eclípticas fueron muy importantes para ellos. (Mascarón del dios Sol del Preclásico en Cival )
Uaxactún, Grupo "E"
Los Mayas representaban la Eclíptica como una Serpiente Bicéfala. La eclíptica es el movimiento del Sol marcado por las constelaciones de estrellas fijas. Así la Luna y los planetas se pueden seguir ya que están ligados, al igual que la Tierra al El Sol. Las constelaciones en la eclíptica son llamadas también El Zodiaco. No sabemos exactamente como las constelaciones fijas eran llamadas por los Mayas, pero si tenemos el Códice de París en donde Escorpión recibe el mismo nombre nosotros le damos. (Ver Constelaciones Abajo).
La Luna: (Glifo en Estela 10 de
Piedras Negras). Los Mayas tenían un Calendario Lunar llamado Tun’Uc, y también usaban las series lunares en sus fechas de la cuenta larga. Después de la información de la fecha, Los Mayas usaban la serie lunar, que era contada alternativamente de 29 o 30 días, para corregir al verdadero período sinódico lunar de 29.5 días. Su conocimiento sobre la Luna es impresionante, haciende predicciones de los eclipses lunares con gran exactitud. En el códice de Dresden, encontramos un Almanaque Lunar muy preciso.
El ciclo lunar principal, para predecir eclipses de Sol, era de 405 lunas (11960 días = 46 Tzolkin), en tres divisiones de 135 lunas cada una, con mas subdivisiones entre nueve series de 6 y 5 meses o medios años de eclipses. Los períodos de 177 o 148 días alternados en una secuencia que corresponde exactamente al intervalo entre los eclipses (Glifo a la der.). La exactitud en éstas observaciones y de las fases de La Luna, en tan lejanas épocas es evidencia de la importancia fundamental de La Luna para los Mayas.
La diosa de La Luna era Ix’Chel.
Ix’Chel, Representada en el Clásico Con un Conejo y en una Luna creciente.
Marte: Los Mayas usaron Dos clases de movimientos siderales de Marte, uno largo (702 días) que incluía un movimiento de asa retrógrada y uno corto que no la incluye. El uso de éstos intervalos que es indicado en el códice de Dresden, permitían seguir el paso de Marte a través del Zodiaco y la relación de sus movimientos con las estaciones terrestres y el calendario sagrado de 260 días (Haab). Mientras que Kepler resolvió el problema sideral de Marte, proponiendo una órbita heliocéntrica elíptica, los astrónomas Mayas anónimos, pero igualmente ingeniosos descubrieron un par de ciclos de tiempo que no sólo describen exactamente el movimiento del planeta, sino que los relacionaron a otros hechos terrestres y celestiales. Las Paginas 43b-45b del Códice, tratan el ciclo sinódico de Marte y una compleja tabla en las páginas 69-74 describen el ciclo sideral. Las implicaciones culturales de éstas observaciones en relación al año tropical son que los Mayas resolvieron fácilmente el aparentemente movimiento errático de este planeta. El interés de los Mayas en Marte, nos han revelado una serie de ciclos desconocidos a los astrónomos occidentales, lo que nos debe de impresionar ya que no contaban con ningún instrumento, únicamente la vista y una enorme Cultura.
La Vía Láctea: Era muy venerada por Los Mayas, la llamaban Árbol del Mundo, que era representado por un árbol majestuoso:
La Ceiba. La Vía Láctea era llamada Wakah Chan (Glifo). Wak significa "Seis" o "Erecta". Chan o K'an significa "Cuatro", "Serpiente" o "Cielo". El árbol del mundo se erigió cuando Sagitario estaba muy arriba en el horizonte. En éste tiempo la Vía Láctea se eleva del horizonte hacia el Norte. Las nebulosas que forman la Vía Láctea eran vistas como el árbol de la vida de donde toda vida viene. Un lugar cerca de Sagitario, el centro de nuestra galaxia, donde el Arbol del Mundo se encuentra con la Eclíptica, recibió una atención especial de parte de Los Mayas. Un elemento importante incluye al monstruo Kawak, una cabeza gigante con un kin en su frente, éste también era un monstruo de la montaña o Witz. Un cuenco de sacrificio en su cabeza contiene una hoja de pedernal, representando un sacrificio y el Glifo de Cimi que representa a la muerte. La Eclíptica se representa como una barra cruzando el eje mayor del Arbol del Mundo. similar a una Cruz Cristiana. Arriba del Arbol del Mundo se encuentra un dios ave de Xibalbá llamado Itzam Yé. (Ver Cosmología Maya).
Durante los meses de invierno, cuando la Vía Láctea domina el cielo, la llamaban la "Serpiente Blanca de Huesos", Esta parte de la Vía Láctea pasa en la temporada seca, no es brillante como durante el Verano, pero los que observan desde lugares obscuros pueden ver su brillo. Aquí la Eclíptica cruza la Vía Láctea cerca de la constelación de Géminis, que es el lugar aproximado del Sol en el Solsticio de Verano. Es posible que las fauces de La Serpiente Blanca fuera representadas por el monstruo Kawak. El Gran Ciclo en la
Cosmología Maya, es el Quinto y último ciclo en la Presesión de los Equinoccios de 26,000 años, excepto que los Mayas lo medían desde el Solsticio de Invierno en vez del Equinoccio de Primavera. El 21/12/2012, el Sol del Solsticio se alineará con el área obscura de la Vía Láctea el lugar que los Mayas llaman La Boca del Cocodrilo, siendo el cuerpo la Vía Láctea en sí.
Arriba: Diosa Maya Escorpión (Madre escorpión que ronda el extremo de la Vía Láctea)
Pléyades: El Tzolk'in o calendario sagrado de los Mayas se basa en el ciclo de las Pléyades de 26,000 años, que lo reflejan con un ciclo de 260 días. Su año calendario comenzó cuando los sacerdotes Mayas marcaron la ascensión helíaca en el este, inmediatamente antes de que el Sol no deje ver las estrellas. Los Mayas creían que habían venido de las Pléyades o “Tzab-ek", (Cola de Serpiente de Cascabel), su nombre en Maya. La relación entre los Mayas y las Pléyades se encuentra en los Libros Sagrados de los Mayas, en la conciencia de los abuelos y abuelas, que se los transmitieron. Los ancianos dicen que el Universo se inició en las Pléyades, Con el Telescopio Hubble, se descubrió hace unos diez años, que hay un lugar donde nacen las estrellas en una espiral que se origina en las Pléyades, afuera de ésta espiral no hay nada. En coordinación con la precesión galáctica, los Mayas también miraban la precesión del tiempo a través de las Pléyades. Alción, la estrella central se localiza a 30° de Tauro, cerca de la constelación de Orión. Alción, en Tauro, representa a la diosa tierra. Alción figura prominentemente en la astronomía Maya, ellos creían que era el hogar de sus ancestros y se refieren a ellas como a las Siete Hermanas. El Sol se alinea con Alción cada 52 años. En la cosmología Maya la presesión de las Pléyades se sigue usando la Rueda Calendárica de 52 años con una ceremonia de fuego. En el sitio del Preclásico temprano de
Ujuxte, en la costa Pacífica de Guatemala, la plaza central tiene un alineamiento que coincide con las Pléyades. En la Guatemala actual se usa a las Pléyades para las cosechas.
Orión: Los Mayas llamaban a Orion Ak' Ek' o "Estrella Tortuga", en el
Códice de Madrid, Orión es representado como una tortuga con tres glifos de piedra o Tun en su espalada. Debido a que el cielo aún no había sido levantado, antes de la creación, el corazón era un lugar tanto de la tierra como del cielo, es decir, El caparazón de la Tortuga, así como la espalda del Cocodrilo estaban al pié del árbol de la Creación. Estas 3 piedras, fueron colocadas por los dioses en la creación. Los Mayas miraban a la cercana constelación de Géminis, como a la Madre Pecarí y a las estrellas del cinturón de Orión como sus cachorros. Los Mayas usaban 3 estrellas en Orión: La gigante azul, Rigel Kappa Orionis, la estrella Saifa y a Alnitak , la estrella del cinturón, que forman un triángulo equilátero llamado "Las tres Estrellas del Corazón". Ellos representan al corazón con 3 piedras en forma de triángulo, que era el fundamento de su Cosmología, directamente en el centro de las tres piedras, se encuentra la Nebulosa M42, una llama de fuego llamada, “K’ak”. Al amanecer del día de la creación, el 13 de Agosto, Orión se mueve hacia el Cénit de la Vía Láctea. Los K'iche' aún llama a estas 3 estrellas , Las "Piedras del Corazón", y a la nebulosa en el centro, "Humo del Corazón". El Popol Vuh, ha probado ser la narración del mito Maya de la Creación, desde el Preclásico, (Murales de San Bartolo), Clásico, (Estela C de Quiriguá), y que fue preservado hasta el Post Clásico por los K'iche' s, de las tierras altas de Guatemala. En éste libro, Orión es visto como el primer padre, Hun Hunahpú, el dios del Maiz, padre de los gemelos héroes, Hunahpú e Xbalanqué, que eran fundamentales en su Mitología.

Constelaciones: Las Paginas 23 y 24 del
códice de París ilustran bestias fantásticas suspendidas de una "Banda, que representan a la Eclíptica o Zodiaco (el recorrido del sol y planetas contra las constelaciones fijas). La mayoría de los estudiosos afirma que es el "Zodiaco Maya". Los números debajo de cada bestia es un conteo de 168 días entre las cada constelación. Este códice aparentemente muestra las constelaciones en las cuales transita el sol cada 168 días. Linda Schele cree que la Estela de Hauberg, ilustra varias de las bestias de las constelaciones en el orden que aparecen cuando la eclíptica cruza la Vía Láctea. Ella afirma que la Estela de Hauberg y la Estela 1 de Tikal también representan mapas del cielo de cuando fueron dedicadas, Marzo 18, 197 DC, y Abril 30, 451 DC, respectivamente, y sugiere que el códice de París "Muestra a las constelaciones" a lo largo de la eclíptica a intervalos de 168 días inmediatamente después de la Creación. Johnson y Quenon también demostraron que animales y seres sobrenaturales sostenidos por los Ahau, en los monumentos de Xultún, Guatemala, ciertamente reflejaban las constelaciones en la noche de sus dedicaciones. Otros estudiosos, difieren de Schele. Victoria Bricker cree que el códice ilustra a un zodiaco, pero dice que las constelaciones representan a aquellas opuestas al Sol, con intervalos de 168 días. Cuando una constelación se opone al Sol estará alta en el Cielo de medianoche. Estela 1 de TikalDe acuerdo a Linda Schele los nombres identificables serían: Aries (Kuc= Buitre), Libra (Xoc = Tiburón) Tauro (Kuh = Búho), Escorpión (Sinan-Ek'=Escorpión) Géminis (Ak-Ek'=Tortuga), Sagitario (Chan= Serpiente de cascabel), Capricornio (Balam= Jaguar), Cáncer (Ok= Perro?), Piscis (Zotz= Murciélago), Virgo (Chitam= Pecarí),

Astronomía maya, estudios sobre los astros que realizaron los mayas y que hoy siguen sorprendiendo a los científicos. Su obsesión por el movimiento de los cuerpos celestes se basaba en la concepción cíclica de la historia, y la astronomía fue la herramienta que utilizaron para conocer la influencia de los astros sobre el mundo.
El calendario solar maya era más preciso que el que hoy utilizamos. Todas las ciudades del periodo clásico están orientadas respecto al movimiento de la bóveda celeste. Muchos edificios fueron construidos con el propósito de escenificar fenómenos celestes en la Tierra, como El Castillo de Chichén Itzá, donde se observa el descenso de Kukulkán, serpiente formada por las sombras que se crean en los vértices del edificio durante los solsticios. Las cuatro escaleras del edificio suman 365 peldaños, los días del año. En el Códice Dresde (véase Códices precolombinos) y en numerosas estelas se encuentran los cálculos de los ciclos lunar, solar, venusiano y las tablas de periodicidad de los eclipses.
Referencias:
http://www.astrosurf.com/aagc/gt_historia_constelaciones/astronomiamaya.htm
http://www.astromia.com/historia/astromaya.htm
http://www.mayasautenticos.com/Astronomia.htm